Al día siguiente Lechu nos mandó un sms comentando que se quedaba un día más en Otocac, así que decidimos hacer lo propio en el camping. Así pues día de descanso y parrillada nocturna again, ésta vez dormimos como dioses.
El domingo salimos hacia el parque esperando encontrarnos a Lechu por el camino pero él salió muy tarde. Llegamos por la tarde noche a Projbije y Lechu nos mandó un sms para decirnos que la lluvia le había frenado, igual que horas antes a nosotros, y que nos encontraríamos el lunes por la mañana. Asi que nos fuimos a una pensión a sobar.
A la mañana siguiente nos llamó Lechu desde el parque, quedamos con él allí y recorrimos el parque natural. Estaba bastante chulo, todo lagos, bosques y cataratas, pero al haber estado ya en Jiuzhaighou como que no me emocionó mucho.
El martes pusimos rumbo a Bosnia. Una gloriosa bajada de unos 10 km nos dio la despedida de Croacia, seguimos pedaleando hasta 40 km más allá de la frontera con una subida de otros 7 km y dormimos en un monte.
El miércoles 25 madrugamos bastante y nos pusimos a pedalear pronto, paramos por la lluvia en un pueblo de nombre impronunciable y aprovechamos para comer. Reiniciamos la marcha 3 horas después y tras 2 horillas paramos al pie de la montaña para dormir en unos pastos que tenían buena pinta. Volvió a llover pero afortunadamente ya teníamos las tiendas montadas. Por la noche el frío, la humedad y una cigarra haciendo ruido todo el rato nos jodio el sueño.
Hoy jueves nos dio un arrebato y le dimos a saco desde las 10, a las 13:30 habíamos hecho 46 km con una bajada de 12 km cojonuda y una subida de la misma longitud que con el calor reinante se hizo eterna. Tras comer y pedalear 18 km más llegamos a otro pueblo impronunciable donde vamos a dormir por fin en una cama
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