domingo, 19 de julio de 2015

Perderse en Marruecos, un paraíso

Ya estoy por aquí de nuevo, en mi penúltimo post dije que hablaría de Polonia, y como podeis intuir por el nombre de este post (todavía) no lo voy a hacer, y es que es mi blog y hablo de lo que quiero :P

El año pasado fuimos informados de que dos parejas de grandísimos amigos se casaban, una pareja en Zaragoza y otra en Madrid. En Mayo nos dijeron, así las cosas mientras decidían fecha concreta estuvimos "rezando" a San Willy Fog para que no fuera el mismo finde y que a la vez fuera en fechas cercanas, ya que de ese modo teníamos excusa perfecta para entre medias organizar algo. Hubo suerte, ambas bodas tuvieron 1 semana de diferencia y qué hacer con esa semana fue lo que estuvimos pensando. Una opción era hacer algo por España, pero dado que ya habíamos estado 2 semanas en Navidades no nos llamaba mucho. La segunda opción que nos vino a la mente fue Marruecos, posiblemente influenciados por la cantidad de veces que nuestros amigos italianos Silvia y Claudio nos habían hablado de sus viajes por allí.




 Una vez decidido el país habría que ver que hacer en esos 5 días (más o menos) que tendríamos. Hablando con diversos amigos y mirando el invento este llamado El Interné quisimos centrarnos en 2 sitios; Marrakesh y Ouarzazate y sus alrededores. Esto se podría resumir en dos palabras, caos y paz; dos cosas totalmente distintas a 200 km de distancia.

Marrakesh es la típica ciudad muy poblada musulmana, esto se traduce en un caos controlado, donde todo el mundo va a alguna parte, parece que no hay reglas pero en el fondo todo fluye, nada se para. En el centro de la ciudad, concretamente alrededor de la plaza Jaama El Fna (ver foto nocturna), se encuentra un laberinto de callejones y pasadizos enorme, lo llaman bazar, y si, te venden cosas pero en el fondo lo único que quieren es que te pierdas. Y nosotros lo hicimos. Y nos encantó hacerlo.


Aparte del bazar y la plaza, hay muchísimas cosas que ver; Palacio de la Bahía, Palacio el Badii, las Tumbas Sadiies, Mezquita de la Koutoubia, la Madraza de Ben Youseff y numerosos jardínes. Nosotros yendo un poco a saco vimos (casi)todo en 2 días, más que suficiente.


Como ya digo la siguiente parada fue Ouarzazate, desde allí tendríamos la posibilidad de ir al Oasis de Fint, a la Kashba de Ait Ben Haddou y quizá al desierto del Sahará. Al final nos quedamos sin desierto pero el resto de las visitas nos hicieron olvidar por completo ese cambio de planes. Para ir hasta allí nos decidimos por hacerlo al estilo local, en autobus, 5 horas cruzando los Atlas por un carretera sinuosa y ofreciendo unos paisajes espectaculares.

Para llegar al Oasis de Fint, basta con ir 17 km en dirección sur desde Ouarzazate, la carretera es una mierda no está asfaltada, así que no penseis que en 10 mins os plantais allí. Pero creedme, merece la pena. Merece la pena ver como el árido paisaje sin fin se llena de vida siguiendo el curso del río. Merece la pena ver corretear a los críos jugando en el río o ayudando a sus madres a lavar la ropa en el propio río. Merece la pena ver palmeras enormes y campos de cultivo donde todo alrededor es piedra o desierto.


Ait Ben Haddou es un pequeño pueblo en cuyo antiguo asentamiento se encuentra la típica fortaleza que allí se llama Kashba. Suele ser un cuartel, o varios como en este caso, del tamaño de un edificio con 4 torres, una en cada esquina. Está un poco más lejos que Fint, concretamente a unos 35 km al noroeste de Ouarzazate, Es famosa por haber albergado el rodaje de muchas películas y series, como Gladiator, Kingdom of Heaven, Lawrence de Arabia, Prince of Persia y más recientemente Game of Thrones.



Por lo que nos enteramos la antigua población del Kashba de Ait Ben Haddou se trasladó a la otra orilla del río donde edificaron casas más modernas, con agua y luz, pero el gobierno está tratando de reacondicionar la Kashba, rehabilitando casas y dándoles acceso a agua y electricidad.



Como últimas notas un poco de culturilla;

  • Ait significa "pertenencia" y Ben "hijo de", así que el pueblo es "el pueblo del hijo de Haddou".
  • El río que corre a su paso es de agua salada.
  • Pese a que cuando fuímos nosotros el río apenas tenía caudal en invierno llovió tanto que el nivel superó los 3 metros de altura, fallecieron varios habitantes debido a esto.
Sinceramente, nunca pensé que Marruecos me iba a gustar tanto como así fue. En futuros posts hablaré de Polonia y de la reciente visita fugaz a Viena.

Hasta la próxima!









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