miércoles, 7 de junio de 2017

Diario de un viaje a Tailandia: Días III, IV y V - Krabi y Ko Phi Phi

La siguiente escala del viaje es al sur del país, en una de las millones de islas que tiene Tailandia. Seguramente la más famosa de todas ya que fue la elegida para filmar la película del ahora oscarizado Di Caprio, La Playa.


Llegada

Para llegar hasta allí nos despertamos pronto, muy pronto, y ponemos rumbo al aeropuerto de Don Mueang de Bangkok. Normalmente odio madrugar, pero si es para viajar duele menos. Tras más de una hora esperando para hacer el checkin (hecho constante en todos los vueltos que pillamos en el país) caemos rendidos en las butacas de espera de la puerta de embarque. Son apenas las 8 de la mañana y engullimos el desayuno del hotel que previamente habíamos pedido que empaquetaran para poder llevárnoslo (nivel previsor +1). Hora y pico más tarde llegamos al aeropuerto de Krabi, pillamos la mochila y nos dirigimos al puerto Klong Jirad desde donde sale en unas horas nuestro ferry a Ko Phi Phi. Una vez en él sólo resta esperar unas horas y morir de calor (otra constante en el país).

Sorprendentemente llegamos sin contratiempos y lo que es mejor, al llegar hay un longboat del hotel esperándonos en el puerto para llevarnos al hotel, regla general aquí pero que desconocíamos. Hace tanto calor que al saber que nos llevan directamente al hotel me dan ganas de llorar de alegría. En la pequeña barca van más clientes, incluida una pareja de un mallorquín y su mujer mitad tailandesa mitad americana y su hijo pequeño, asiduos visitantes de la isla y del hotel. Esto hará que le acribille a preguntas los próximos 2 días. De primeras lo que me ha quedado claro tras hablar con él es que llegamos tarde, unos 10 años, pero contra el tiempo no se puede hacer nada, así que toca disfrutar de la Tailandia actual.



¿Qué decir de Koh Phi Phi? Pues que, salvo por qué está atestada de guiris y hace un calor de mil demonios, me encanta. Como sólo podemos quedarnos un par de días, tenemos que desechar la idea de hacer algo de Scuba Diving, cosa que los bolsillos agradecen, ¡como están los precios! Nos decantamos por descansar en la playa del hotel y sus alrededores y al dia siguiente hacer el típico tour a La Playa.

El tour


El hotel tiene longtail al puerto de la isla, que es desde donde salen los tours, lo primero que hacemos al llegar es negociar los precios. Para ello nos recorremos los mil negocios (negocio arriba, negocio abajo) que encontramos en los alrededores del puerto. Una vez en el barco, otro longtail, vamos directos a la playa que está ubicada en Maya Bay. Allí hay que pagar un extra no incluido en el precio del tour. El sitio es espectacular, para que engañarnos, lo malo es que está hasta el culo de peña. Le quita bastante encanto pero bueno, no todos los días pasas por allí así que te pones tu mejor sonrisa y te imaginas que no hay nadie más allí.



La siguiente parada es la "parte trasera", que es una pequeña bahía llamada Loh Samah Bay donde puedes hacer snorkelling. Es nuestra primera vez en aguas como estas y la sensación de nadar con infinitos peces de colores es increíble, tenemos tantas ganas de nadar que se nos olvida que no nos hemos puesto crema solar, los siguientes días nuestra rojisima espalda nos lo recordará. Sorprendentemente somos los únicos en bajar del barco y nadar, no entiendo a este tipo de gente que viene hasta aquí y no aprovechan hasta el último segundo ... ¿Para qué venis? Nos preguntamos.

La última parada es la bahía Pileh que si bien es muy bonita, huele que apesta a la gasolina de tantísimos barcos que hay, además el agua aqui no es tan limpia y casi no hay peces. Una decepción.

En resumen, si puedes de algún modo hacerlo por tu cuenta ve directo a la playa, tan temprano como sea posible para escapar de las hordas y pasa de Pileh salvo que esté medio vacía.

Lo que resta de día lo invertimos en pasear por el centro de la isla y seguir padaleando la gastronomía local, aunque en sitios como éste sea más difícil encontrarla.

A la mañana siguiente, sin prisas, dejamos todo preparado para volver al continente, pero antes de eso nos ponemos nuestro kit de aventureros y subimos al mirador que hay entre Rantee Beach y el centro. Una hora de subida (a veces escalada) después llegamos al punto más alto para admirar un paisaje increíble, ha valido la pena el esfuerzo.


Pero todo se acaba y en nuestro gran prix particular toca salir pitando al siguiente destino, Chiang Mai, al noroeste del país. Un consejo para volver en ferry, subid lo antes posible y sentaros dentro al lado de las puertas, de lo contrario vais a pasar muchiiiiiisimo calor, dentro no hay aire acondicionado y fuera no hay sombra. Un paraíso.

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