jueves, 4 de febrero de 2016

Diario de un viaje a Tailandia: Día II - Bangkok

"Sueño, mucho sueño", es lo único en lo que puedo pensar mientras suena la alarma, no quiero ir a trabajar, hoy no .. pero de repente me acuerdo. ¡Estamos en Bangkok!. De repetente levantarse ya no cuesta tanto, con la ilusión de 2 chavales nos desperezamos. Nos duelen las piernas y en especial los pies, pero da igual, todo eso no importa. Desayunamos y nos ponemos en marcha.











El primer destino está bastante claro, El Gran Palacio y El Templo del Buda Esmeralda (Wat Phra Kaew). Nos hemos despertado pronto intentando esquivar a las masas y, sobretodo, a los odiosos tours que suelen atiborrar de gente los sitios más frecuentados como este. Desafortunadamente no somos los únicos que pensamos lo mismo y para cuando llegamos ya está aquello como el escenario de una peli de El Señor de los Anillos, hasta el ojete vaya. Hay gente hasta en Sanam Luang, una especie de parque enorme justo enfrente del palacio. Todo esto se nos olvida en el mismo instante en el que pasamos al interior.



Todavía anestesiadios por el impresionante complejo palaciego decidimos caminar hasta La Montaña Dorada (Wat Saket) parando en los pequeños templos por el camino. Las nubes se convierten en nuestras mejores aliadas, parando el solano que caía a esas horas del mediodía, gracias a ellas y a los 7Eleven, que crecen como setas, pudimos ir disfrutando del paseo.

Entre las callejuelas van apareciend, sin casi avisarlo, diversos templos, la mayoría de ellos totalmente abiertos a quien quiera que pase por allí y quiera echar un vistazo. Wat Buranasirimattayaram, Wat Mahanparam Worawihan, el Gran Columpio y Wat Su Thatsana Thep Wara Ram Ratchaworamahawihan son varios en los que creimos oportuno pasar un rato. Todos ellos son muy similares a los demás templos que puedes encontrar por esta zona de Tailandia pero no dejan de tener su pequeño encanto.

La Montaña Dorada es realmente un templo en lo alto de una colina, para llegar al templo debes subir 344 escaleras aunque de pequeño tamaño, por lo que la subida se hace amena y sin la menor dificultad. Una vez arriba tienes vistas de todo Bangkok, en si no es gran cosa pero si andas cerca o te pilla de paso no está mal ir a verla.










Desde ahí decidimos estrenarnos en el mundillo de los tuktuk tailandeses, después de negociar y casi morir 800 veces en 5 minutos llegamos al siguiente destino: El Gran Buda (Wat Intharawihan), ¿y qué es? puse es eso .. un buda grande (con un templo contiguo). No es que sea una maravilla, sobretodo si, como yo, ya has estado antes en Wuxi y su pedazo de buda tamaño XXXXXXXL, pero está curioso y si te pilla cerca siempre puedes echar una ojeada. Además venden en la puerta muchísima comida callejera que está bastante buena y, sobretodo, es muy barata.

Por último, pensando en el vuelo que tenemos mañana por la mañana decidimos comer/cenar algo, disfrutar de la noche Tailandesa una vez más e ir a descanasar. Mañana el despertador sonará a las 5 y eso si que será dolor.

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