El miércoles pasado poníamos rumbo hacia Montenegro, para ello teníamos que hacer una subida de unos cuántos km, atravesar un cañón y rezar por que la frontera estuviera donde indicaba el mapa. Pensábamos llegar en un par de días como pronto así que sin prisa pero sin pausa nos pusimos manos a la obra.
La subida antes comentada acabó siendo de 30 km, si bien era muy larga no fue especialmente dura además estuvo nublado gran parte del camino lo que ayudó a no morir deshidratado, comimos al terminar la subida en Nevesinje, que forma parte de una república Serbia, allí nos echamos unas risas con unos chavales que también tenían lo suyo .. aunque un par eran bastante majos. Tras un par de horas fuimos al comienzo del cañón a buscar donde dormir. Nada más comenzar dicho cañón vimos un camino que bajaba al rio ... inspeccionamos y era un bonito lugar para dormir. Como queríamos madrugar y estábamos cansados nos fuimos a dormir sobre las 9 de la noche cosa que no hacia desde que era un bebé xD Por la noche cayó la de dios y pensábamos que íbamos a morir ahogados o que el día siguiente lo pasaríamos en la tienda.
Finalmente por la mañana hacía muy buen día así que tiramos para alante y tras los 40 km de cañón y otros 17 llegamos a la frontera. Allí trabajaban unos tipos de Lo más simpáticos, nos dijeron que era una frontera local pero que nos dejaban pasar por ir en bici, menos mal porque de ahí no me sacaba ni Peter. Después de comer y despedirnos decidimos seguir hasta encontrar sitio donde sobar, pero la cosa se torció a escasos 10 km ya que empezó a llover a saco, nos metimos por un camino y aparecimos en unas casas, no había ni cristo así que plantamos la tienda. A los 5 min apareció una abuela que nos miraba y hablaba como si fuéramos el demonio (true story), hablamos con 2 tipos que iban con ella y de buen rollo nos dejaron sobar ahí, de hecho uno de ellos nos ofreció su casa y café y yogur al día siguiente.
El viernes teníamos pensado ir hacía Niksic si conseguiamos couch en Podgorica, como no salió decidimos ir al norte, hacia Serbia. Así pues empezamos temprano, subimos un pico de unos 1000 metros y paramos a comprar. Lo que nos quedaba no nos lo imaginabamos ... unos 20 km en subida que se hacían interminables ya que en Montenegro lo de usar señales se ve que está muy mal visto y no ponen por que km vas, por fin la terminamos y proseguimos con la bajada que nos llevó a un valle guapisimo donde entre otras cosas está el pueblo de Mokro, no confundir con Moco o Gorko Morko (cuando tienes que memorizar un nombre para fijarte en las señales o preguntar a lugareños recurres a lo que sea xD). Durante la subida nos pasó algo curioso y es que en un momento parecía que bajabas pero tenías que pedalear igual y seguidamente parecía que subía a saco pero misteriosamente íbamos tan bien que podíamos subir de marcha ... cómo te quedas?
Al final nos quedamos a dormir en ese valle donde hizo un frío de la leche por la noche, nos despertamos a eso de las 7 por el solano que hacía y aprovechamos para tirar millas. La primera parte era una bajada hasta un río pero todo lo que baja sube como sabe todo ciclista así que luego vino una subidita de unos 15 o 20 km que terminaba a unos 1400 metros y con un túnel de casi 2 km. Pero la fiesta no había terminado, seguimos unos 15 km subiendo, bajando y todo a la vez hasta que paramos a comprar. Estábamos bastante cansados y hacía muchísimo frío así que decidimos ir hasta el cañón del Tara y dormir allí en una pensión. La cosa es que una vez allí se estaba mejor así que comimos y fuimos a ver donde dormíamos. Mientras Lechu investigaba yo vi una parcela de terreno a medio usar y que tenía el mismo cercado que una finca de donde salía música y risas, así que preguntamos si podíamos tirar la tienda en su parcela y no sólo accedieron sino que nos dieron rakia y café, nos enseñaron el cañón desde su parcela y nos echamos unas risas con los dueños, su hijo y sus dos hijas, muy buen rollo la gente de Montenegro!
Si la noche anterior pasamos frío es que no sabíamos que nos esperaba la mañana del domingo. Nos preparamos y desayunamos con el que supusimos que era el amigo o pariente de la familia que nos había dejado su parcela y nos disponíamos a comenzar la ascensión cuando empezó a llover. Eran 4 gotas así que sólo parábamos cuando llovía más y teníamos un árbol o algo similar para cubrirnos. Ya nos quedaban pocos metros de los 3 o 4 km de ascensión cuando empezó a llover a saco y encima con mucho viento y un frío de pelotas. Nos refugiamos debajo de un cartel y esperamos y esperamos y esperamos ... una hora después cuando paró un poco la lluvia decidimos seguir a ver con que nos encontrábamos. Hacía tanto frío que yo iba con 2 forros polares y un corta vientos y aún así estaba congelado. Después de unos kms el tiempo mejoró, dejó de llover y no hacía tanto frío. Llegamos a la frontera con Serbia con la idea de dormir en la primera pensión o hostel que viéramos para poder ducharnos con agua caliente. 30 km más adelante (15 de ellos en bajada del 10%) desistimos y plantamos la tienda a la orilla de un río.
La subida antes comentada acabó siendo de 30 km, si bien era muy larga no fue especialmente dura además estuvo nublado gran parte del camino lo que ayudó a no morir deshidratado, comimos al terminar la subida en Nevesinje, que forma parte de una república Serbia, allí nos echamos unas risas con unos chavales que también tenían lo suyo .. aunque un par eran bastante majos. Tras un par de horas fuimos al comienzo del cañón a buscar donde dormir. Nada más comenzar dicho cañón vimos un camino que bajaba al rio ... inspeccionamos y era un bonito lugar para dormir. Como queríamos madrugar y estábamos cansados nos fuimos a dormir sobre las 9 de la noche cosa que no hacia desde que era un bebé xD Por la noche cayó la de dios y pensábamos que íbamos a morir ahogados o que el día siguiente lo pasaríamos en la tienda.
Finalmente por la mañana hacía muy buen día así que tiramos para alante y tras los 40 km de cañón y otros 17 llegamos a la frontera. Allí trabajaban unos tipos de Lo más simpáticos, nos dijeron que era una frontera local pero que nos dejaban pasar por ir en bici, menos mal porque de ahí no me sacaba ni Peter. Después de comer y despedirnos decidimos seguir hasta encontrar sitio donde sobar, pero la cosa se torció a escasos 10 km ya que empezó a llover a saco, nos metimos por un camino y aparecimos en unas casas, no había ni cristo así que plantamos la tienda. A los 5 min apareció una abuela que nos miraba y hablaba como si fuéramos el demonio (true story), hablamos con 2 tipos que iban con ella y de buen rollo nos dejaron sobar ahí, de hecho uno de ellos nos ofreció su casa y café y yogur al día siguiente.
El viernes teníamos pensado ir hacía Niksic si conseguiamos couch en Podgorica, como no salió decidimos ir al norte, hacia Serbia. Así pues empezamos temprano, subimos un pico de unos 1000 metros y paramos a comprar. Lo que nos quedaba no nos lo imaginabamos ... unos 20 km en subida que se hacían interminables ya que en Montenegro lo de usar señales se ve que está muy mal visto y no ponen por que km vas, por fin la terminamos y proseguimos con la bajada que nos llevó a un valle guapisimo donde entre otras cosas está el pueblo de Mokro, no confundir con Moco o Gorko Morko (cuando tienes que memorizar un nombre para fijarte en las señales o preguntar a lugareños recurres a lo que sea xD). Durante la subida nos pasó algo curioso y es que en un momento parecía que bajabas pero tenías que pedalear igual y seguidamente parecía que subía a saco pero misteriosamente íbamos tan bien que podíamos subir de marcha ... cómo te quedas?
Al final nos quedamos a dormir en ese valle donde hizo un frío de la leche por la noche, nos despertamos a eso de las 7 por el solano que hacía y aprovechamos para tirar millas. La primera parte era una bajada hasta un río pero todo lo que baja sube como sabe todo ciclista así que luego vino una subidita de unos 15 o 20 km que terminaba a unos 1400 metros y con un túnel de casi 2 km. Pero la fiesta no había terminado, seguimos unos 15 km subiendo, bajando y todo a la vez hasta que paramos a comprar. Estábamos bastante cansados y hacía muchísimo frío así que decidimos ir hasta el cañón del Tara y dormir allí en una pensión. La cosa es que una vez allí se estaba mejor así que comimos y fuimos a ver donde dormíamos. Mientras Lechu investigaba yo vi una parcela de terreno a medio usar y que tenía el mismo cercado que una finca de donde salía música y risas, así que preguntamos si podíamos tirar la tienda en su parcela y no sólo accedieron sino que nos dieron rakia y café, nos enseñaron el cañón desde su parcela y nos echamos unas risas con los dueños, su hijo y sus dos hijas, muy buen rollo la gente de Montenegro!
Si la noche anterior pasamos frío es que no sabíamos que nos esperaba la mañana del domingo. Nos preparamos y desayunamos con el que supusimos que era el amigo o pariente de la familia que nos había dejado su parcela y nos disponíamos a comenzar la ascensión cuando empezó a llover. Eran 4 gotas así que sólo parábamos cuando llovía más y teníamos un árbol o algo similar para cubrirnos. Ya nos quedaban pocos metros de los 3 o 4 km de ascensión cuando empezó a llover a saco y encima con mucho viento y un frío de pelotas. Nos refugiamos debajo de un cartel y esperamos y esperamos y esperamos ... una hora después cuando paró un poco la lluvia decidimos seguir a ver con que nos encontrábamos. Hacía tanto frío que yo iba con 2 forros polares y un corta vientos y aún así estaba congelado. Después de unos kms el tiempo mejoró, dejó de llover y no hacía tanto frío. Llegamos a la frontera con Serbia con la idea de dormir en la primera pensión o hostel que viéramos para poder ducharnos con agua caliente. 30 km más adelante (15 de ellos en bajada del 10%) desistimos y plantamos la tienda a la orilla de un río.
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