martes, 28 de junio de 2011

Dale dale que llegamos

Al final como se palpaba en el ambiente decidimos quedarnos un día más en Ohrid, la razón era que se estaba de puta madre (para que nos vamos a engañar). A cambio decidimos variar la ruta del día siguiente, en lugar de ir hacia Bitola por el camino más corto y llano decidimos tirar al sur y subir 1 km de desnivel y bajar hacia el lago de Prespa y en teoría acampar por ahí.

Como hacia bastante calor esos días decidimos despertarnos sobre las 6 y pico y así empezar la ascensión sobre las 9. Y así fue, tras 23 km y alguna subida del 10% nos plantamos al pie de la montaña, nos esperaban según habíamos mirado 13 km, con 14 curvas y pensábamos que bastante desnivel pero la verdad es que fue todo bastante sencillo y en menos de dos horas habíamos pasado de los 600 metros a los 1604. Después de descansar 10 minutos tiramos para abajo durante 11 km sin tráfico ... una gozada. Era pronto así que comimos tranquilamente e incluso nos tomamos un café con una familia a la que pedimos agua para el camino, como estábamos bien físicamente decidimos seguir hasta Bitola, una vez allí descansamos un rato y decidimos acampar tras el pueblo ... pero no había sitio así que seguimos y seguimos ... con la tontería cruzamos la frontera con Grecia y a los pocos km decidimos preguntar en una granja sí podíamos poner la tienda en sus campos. Como nos suele pasar no hubo ningún problema y el dueño, Pablo, nos dejó acampar y el vigilante bulgaro Emil y su mujer nos invitaron a cenar ensalada, yogur que estaba para morirse de bueno y un helado que sentó la mar de bien. Acabamos yéndonos al sobre a las 12 de la noche hora de macedonia o sea 1 de la mañana en Grecia pero con la agradable sensación de haber hecho 110 km y haber disfrutado cada uno de ellos.

Al día siguiente nos levantamos muy cansados del día anterior, estábamos a 70 km de Edessa y 156 de Thessaloniki, así que pusimos rumbo a Edessa. Entre el cansancio, el calor y el viento notábamos como que no avanzabamos pero finalmente llegamos a Edessa a la hora de comer, y decidimos lo de siempre: buscar donde dormir tras la ciudad .. después de 20 km luchando contra Eolo decidimos meternos en unos campos de cultivo que tenían un bosquecillo artificial y dormir allí. Hacia mucho viento y no paraban de caer ramas pero sí nos salíamos un poco se nos veía así que nos la jugamos y allí nos quedamos rezando para que al día siguiente no soplara el viento.

Nos levantamos con el dulce sabor del fail en toda la boca. Nos esperaban 70 km contra el viento. No se como lo hicimos pero a las 12 estábamos llegando a Thessaloniki, después de dar vueltas como capullos y comernos un giros conseguimos encontrar la casa donde Pako nos había conseguido couch.

Han pasado 7 semanas, hemos recorrido 2125 km, hemos pasado por 8 países y hemos conocido a muchísima gente, gente que no conoces de nada pero te ofrecen bebida, comida e incluso su casa. Ha sido una gran experiencia que además me ha permitido conocer a Lechu, un gran tipo con sólo 3 cosas en la cabeza: montañas, música y viajes. Pero ya habrá un post recopilatorio sobre estos días ... sigamos con el diario.

Ese mismo día por la noche nos fuimos con Pighi, una de las griegas que nos aloja, a un festival antiracista donde conocimos a algunos de sus amigos. Ayer nos fuimos con ella y un colega suyo a una playa a los pies del monte Olimpo y hoy hemos ido a una manifestación.

Ahora toca ver que hago con la bici y seguir disfrutando del viaje pero de otra manera ;)


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